Algunos sueños se cumplen de la manera más inesperada y cuando ya una hacía muchos años que había dejado de soñarlos. Este en concreto, creo lo soñé por última vez hace… no sé, alrededor de 25 años tal vez?
Pero nunca es tarde si la dicha es buena, y esta dicha es muy buena, sobre todo porque…
“Me acerqué a ellos para retratarles y ellos me obsequiaron con su confianza y con sus testimonios escritos de puño y letra. Sus historias completan la mía y ahora, este trabajo, nos otorga a todos, a ellos y a mí, el privilegio de llegar a más gente y de contribuir a completar otras muchas historias.”
Gigantes del basket, no. 1422, March 2014